Hipótesis
Las hipótesis de trabajo con las que vamos a comenzar nuestro estudio, se encuentran íntimamente relacionadas con las variables que más adelante se exponen. Y no podría ser de otra manera, ya que nuestras dudas recaen sobre los paralelismos que puedan existir entre un equipo juvenil de Regional Preferente y un equipo profesional.
De un trabajo realizado por José María Yagüe Cabezón y Julio Paz Fernández (1995), y utilizando el mismo instrumento de recogida de datos y la misma metodología de trabajo, con la salvedad de que su muestra se centraba en los 100 últimos goles logrados por equipos profesionales de la Primera División Española, se llegó a las siguientes conclusiones:
1. El carril central era el que mayor porcentaje de recuperaciones de balón proporcionaba para el inicio de jugada ofensiva con gol.
2. Los pases de gol se producían equitativamente por las bandas y por el carril central; en términos de porcentaje.
3. La materialización de los goles desde larga distancia era escasa.
Con toda esta información como referente, nuestras hipótesis de trabajo se centrarán en las siguientes cuestiones:
1. ¿Es el carril central el que mayor porcentaje de robos de balón proporciona para poder iniciar jugadas que finalicen en gol?
2. ¿Es eficaz el ataque por las bandas o por los carriles laterales respecto al ataque por el carril central?
3. ¿La estrategia también resulta un recurso eficaz en categorías inferiores?
Metodología y método
La muestra que vamos a considerar en el siguiente trabajo son los goles obtenidos por el equipo juvenil de la Regional Preferente cordobesa, durante el transcurso de la última temporada (2005-2006). Por otra parte, la metodología de trabajo la basamos en la selección de información y recogida de la misma para, posteriormente, realizar un tratamiento de los datos que hemos tomado. Para finalizar, con las debidas conclusiones sobre los resultados obtenidos.

Variables
Las variables de estudio las podemos hacer identificables mediante el enunciado de una serie de interrogantes:
a. ¿En qué zonas del terreno de juego se inician las jugadas de gol?
b. ¿En qué zonas se producen los pases de gol?
c. ¿En qué parcelas se materializan los goles?
Para dar respuesta a estas cuestiones o variables, debemos hacer referencia a zonas del terreno de juego, es decir, situaciones espaciales sobre las que se realizan las diferentes acciones que son motivo de análisis. De esta manera, es de obligada necesidad definir estas zonas del terreno de juego, para poder encasillar los datos obtenidos y de esta manera poderlos valorar.
De la limitación del terreno, obtenemos:
1. Tres zonas transversales que denominamos: Zona Defensiva (D); que coincide con la zona más próxima a la portería del equipo atacante, Zona de Gestación (G); en la cual consideramos que se elabora la mayor parte del juego de ataque, y la Zona de Finalización (F); que es la zona donde se resuelven la mayoría de los goles.
2. Cada zona definida anteriormente se delimita en dos subzonas, en relación con la proximidad o cercanía a la portería contraria. Así, tenemos la Zona Adelantada (A) y la Zona Retrasada (R).
3. Las zonas longitudinales del terreno de juego las vamos a denominar carriles, de esta manera, y tras dividir o delimitar el campo en tres zonas, tenemos el Carril Izquierdo (I), el Carril Central (C) y el Carril Derecho (D).
En general, obtenemos dieciocho áreas en el terreno de juego como resultado de la combinación de las zonas transversales y los carriles longitudinales, sobre los cuales vamos a situar los datos obtenidos.